Cuando otro 8 de Marzo conmemoramos el “Día Internacional de la Mujer Trabajadora” no sólo estamos pensando en aquellas valientes mujeres que se alzaron en lucha, contra las condiciones de trabajo y de subsistencia a las que las sometía la empresa y que llegaron a pagar en esta lucha el alto precio que suponía sus propias vidas; sino que pensamos además que esta lucha sigue en pie y totalmente actualizada. Porque después de un breve paréntesis en el tiempo y en el que creíamos que las conquistas sociales se hacían para siempre, la realidad nos ha devuelto el sentido: “Que la lucha debe ser cotidiana y mantenida para así evitar situaciones de pérdidas de derechos como está sucediendo en estos oscuros tiempos, día sí y día también”.
Pérdida de derechos de la mayoría social, que se plasman con mayor dureza sobre la mujer y desprotege significativamente a las familias y a los menores como principales víctimas de esta “crisis” del capitalismo que nos invade y tortura.
La llegada al poder del partido ultraconservador del PP de Mariano Rajoy y con la lección bien aprendida de lo que de ellos espera la Troika (CE, BCE y FMI), tres organismos sin estructura democrática, pero que sin embargo marcan las directrices de las políticas que deben seguir los Gobiernos sumisos, es lo que marca esta oscura etapa.
En cualquiera de las materias que toca este Gobierno pone lo peor de su concepción política y social, empeorando las condiciones de los sectores de población más débiles así como a las, hasta ahora, clases medias arrastrándolas a un claro retroceso económico impuesto por la bajada de los salarios y los recortes en políticas sociales, amparándose en la llamada “crisis” que ellos mismos provocan y controlan (bajo el engaño) para beneficio de los mercados especulativos y deshumanizados.
Poco más de dos años le ha bastado al PP para desmontarnos los derechos del Estado de Bienestar que con tanto esfuerzo y durante décadas la clase trabajadora de este país había hecho posible para sí y las generaciones venideras. Lo ha sido como si de un maldito mago se tratara y que con una varita diabólica fuera destruyendo, uno a uno, todo lo que entre todos habíamos logrado.
Es tan tremendo y amplio el daño que este Gobierno del PP está ocasionando al país: recortes en sanidad y en la asistencia en la dependencia, la provisionalidad en los empleos, la privatización de lo público… con medidas que están produciendo un impacto de género que se está traduciendo en el incremento de la feminización de la pobreza y la intensificación de los valores represores de la autonomía de las mujeres.
La más directa y lacerante es la pretendida Ley de “Protección de los derechos del concebido y la mujer embarazada”, que el ministro de ultraderecha Ruiz-Gallardón quiere imponer con su mayoría absoluta parlamentaria, criminalizando a la mujer por mantener el aborto como delito en el código penal, excluyendo a la mujer de decidir sobre su propia vida y su propio cuerpo. Una visión del ministro que tiene sus precedentes en el más rancio dogmatismo de la Iglesia y en el retorcido y funesto pensamiento franquista.
¡No permitamos que sigan robándonos más derechos!
¡Combatamos para mantener los que aún tenemos y avancemos en la conquista de los que nos arrebataron!
“Sólo hay un camino: ¡la lucha, el combate, la pelea diaria por mejorar las condiciones sociales de todos!”
¡Esa pelea sin organización es estéril, porque es precaria y difícil de mantener lo conseguido!
¡Lucha organizada, conquista asegurada!
¡Viva la clase trabajadora! ¡Viva la mujer luchadora!