Estimado ubriqueño, estimada ubriqueña:

Después de un paréntesis de cuatro años, hoy volvemos con las mismas ilusiones, decididos a que la voz de la izquierda sin complejos, clara y con fuerza, suene en los ámbitos municipales.

Todos sabemos que el Ayuntamiento es la institución del Estado más cercana al ciudadano. Para Izquierda Unida es esencialmente importante revestirla de tal sensibilidad que se antepongan los intereses de los ciudadanos a los de los partidos políticos.

Vivimos tiempos convulsos, de cambios, de reformas, de traiciones ideológicas, donde se abandonan los principios y compromisos por los que se llega al poder. Nos referimos a las políticas generales del Gobierno que afectan muy negativamente a los jóvenes, a los trabajadores (empleados o no), a los autónomos, a los pensionistas y a los que lo serán en el futuro.

Izquierda Unida reivindica para los ciudadanos los DERECHOS que en la Constitución se reconocen y que no vemos reflejados en nuestras vidas, la de la mayoría de los ubriqueños. Porque los poderosos, privilegiados, especuladores, explotadores, amasadores de fortuna, inquilinos del Palacio y otros, sí tienen cubiertas sus necesidades y mucho más. El los no necesitan que la Constitución se desarrolle ni los ampare.

Destacamos la importancia que para Izquierda Unida tiene la Participación Directa de las personas que configuramos los pueblos. Ésta debe estructurarse de manera sencilla y fluida. La participación de los ubriqueños debe suponer una responsabilidad de todos en la gestión municipal y sólo lo será si ésta es activa, dialogada, consensuada y transparente.

Lo que impulsamos desde Izquierda Unida es una Democracia real que implique también una regeneración de la política y los políticos: “Tolerancia cero para la corrupción”.

Un afectuoso saludo.